Reflexión sobre el paisaje
Esta semana he pasado mucho tiempo en las minas, por motivos laborales, que aun no puedo citar.
Cada vez que voy tengo la sensación de que al mismo tiempo que promocionamos el enclave, más desgaste sufre.
Cada terrera es única y dinámica, cada día es diferente, la meteorología las moldea, la lluvia, el viento, el sol, pero también lo hace el hombre, aceleramos su erosión y degradación. Algún día desaparecerán, es irremediable o por lo menos esa es la sensación.
Nunca pesamos que podríamos perder su paisaje y lo hemos perdido y cada día que pasa, sufre más expolio, expolio a manos pequeñas y a manos grandes, expolio férreo, cromático y almagrero, unos para comer, otros para lucrarse y otros como recuerdo, cada uno arranca un pedazo de Mazarrón para si y no volveremos a recuperarlo.
Nos queda el consuelo de haberlo visto, de haberlo vivido y haber podido fotografiarlo, pintarlo y relatarlo. Mañana dirán que esta saturado, adornado el recuerdo y emperifollados los oleos, pero los que hemos tenido el privilegio de sentirlo, sabemos la verdad y en nuestras retinas quedara su luz teñida de almazarrón.
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