Palomitas. Comienzo de una Civilización.
Si, parece un titulo inverosímil, porque hoy, lo trivializamos todo, nada es importante, nada nos impresiona. Vivimos en un mundo donde la información es pasado y el pasado terminaremos olvidando, enterrado entre falsas premisas y opiniones en nuestra red de redes, las opiniones crean hechos sin pasar por la duda razonable, si hoy está en la red, “es”. La tautología ha cobrado vida en un tiempo donde debiese de desaparecer.
Como comienza la civilización, que hecho marca y hace posible que dejemos de ser “monos” y nos convirtamos en “homos”, según los clásicos.
La controversia de las fechas en los historiadores “clásicos” es más que discutida, entre ellos mismos, para el investigador histórico no existe la simultaneidad en la historia, es decir, si se data un resto de homo “moderno” entorno a los 200.000 años y se encuentran herramientas elaboradas de hace 165.000 años, tardamos 35.000 años en elaborarlas y otros 156.000 años en pulir las herramientas, la clave del neolítico, cuna “según los clásicos” de la civilización.
La civilización del neolítico se diferencia por la piedra pulida y que comienza una era donde el ser humano deja de vagar y se asienta, según los clásicos, deja de ser recolector y cazador, para ser agricultor y ganadero, todo ello en un margen de 9.000 años a.C.
Para que entendamos estas divergencias históricas, pongamos algo en contexto, tardamos 191.000 años en descubrir la agricultura, pero 6.000 años después estábamos construyendo pirámides “según la historia clásica”, en el 2570 a.C., que curioso no, este año 2014, China celebra su año 4.712, si sabéis restar, descubriréis que el calendario chino nace 128 años antes de que se terminase la gran pirámide, en una región supuestamente 1.000 años más avanzada que la china.
Volvamos al “Pan”, el alimento elaborado es una de las claves del desarrollo de la civilización, el alimento básico por excelencia. No se sabe cómo se descubre el pan ni cuando, la pregunta es obvia, ¿si tardamos 190.000 años en pulir una piedra, cuantos tardamos en darnos cuenta de que moliendo cereales con una piedra, mezclándolos con agua y calentándolos, después de tres procesos más o menos complejos, obteníamos pan?
No será mucho más plausible que el homo moderno acercase el cereal al fuego, y de ser así, uno de sus primeros alimentos elaborados ¿serian las palomitas?, pues si, así fue, existen hallazgos de hace 7.000 años donde el hombre ya comía cereales sin elaborar, calentándolos al fuego o hirviéndolos en agua.
Tras el descubrimiento de las Américas hay multitud de referencias desde Perú hasta Canadá, de pueblos precolombinos donde las palomitas eran un alimento básico, consumiéndose solas, en sopa e incluso endulzándose. Se han encontrado palomitas como ofrendas en enterramientos, lo que lleva a considerarlas un símbolo cultural.
Recientemente la paleobotánica Dolores Piperno del departamento de antropología del Instituto Smithsonian (Washington, DC), señalo que el maíz y más concretamente las palomitas de maíz, ayudaron a sentar las bases del imperio azteca. En su investigación en la región de Huaca Prieta, encontraron en Perú 293 hallazgos de macrofósiles de palomitas datadas entre el 6775 y el 6504 a. C.
Podéis leer el informe del studio, aquí:
Sin duda, hoy vemos las palomitas como un capricho, un aderezo de nuestros momentos de ocio, en el cine, ante la televisión o en el parque de atracciones, pero no lo consideramos un alimento básico, ni siquiera un alimento en si “de forma coloquial”, aunque recientes estudios demuestran que el maíz o el grano de cereal “estallado” contiene mayor cantidad de polifenoles o antioxidantes que frutas o verduras.
Hoy podemos imaginarnos a esa familia homo “modernus” hace 150.000 años, bajo la noche estrellada, alrededor de un fuego, comiendo palomitas y mirando al cielo de las Perseidas, señalando al cielo y pidiendo un deseo, momento en el que nace una civilización.
