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La Montaña Mágica. Parte II- “Extrañas Formaciones”. Monte Arabí en Yecla



Este enclave reúne como decía en la parte uno, diferentes temáticas que pueden hacernos llegar a él, su naturaleza en el más amplio sentido de la palabra, como montaña, vértice geodésico, paraje natural, flora, fauna, actividades como el senderismo o el “merendismo” simplemente, será sin duda un lugar eterno y fascinante para comerte el bocata a la sombra del árbol monumental de “La Casa del Guarda”.


Por otro lado, seamos aficionados a la geología o a la espeleología, o no, su estructura lapiaz, su roca caliza redondeada, llena de oquedades, surcos, pequeñas dolinas y cazoletas, nos llamará poderosamente la atención. Su estructura y erosión predominan en el horizonte a kilómetros, seguro que hay algún detalle de sus paredes o laderas que desata nuestra imaginación y curiosidad.


Para resolver nuestras dudas del ¿Cómo? y ¿El donde?, el Ayuntamiento de Yecla a señalizado un Sendero Circular PR ó Pequeño Recorrido, en concreto el PR-MU91 de 5,5Km y 157m de desnivel máximo, como podeis ver en su panel, recorre los principales elementos que son: La Casa del Guarda, Arabilejo, Cueva de la Visera, Cueva Horadada y Cueva del Mediodia, pudiendo hacer una pequeña extensión hasta El Pozo de La Buitrera y La Puerta de La Iglesia.

Hay dos zonas de aparcamiento, probablemente la mejor sea la que queda a 500 metros de La Casa del Guarda (Ver ubicación en google maps), que es donde está el área de recreo, que dispone de sombrajes y mesas de piedra, dispuestas en terrazas. Desde esta localización tenemos a tiro de piedra, varias de las visitas obligadas en el Monte Arabí.


Desde detrás de la casa parte el sendero que va al Arabilejo, un mogote en la falda sur del Arabí, con aleros y erosión alveolar, en su cima se encuentra un yacimiento del la Edad del Bronce y en su falda, donde acaba la senda “los petroglifos”, denominados aquí “cazoletas”.

Las primeras menciones a estos petroglifos (signos grabados en piedra) del Monte Arabí, datan de 1915 cuando Cabré descubre las pinturas rupestres en Arabí, posteriormente su estudio llega en 1922 por Mergelina y Luna.

Después de leer extensa documentación sobre las denominadas “cazoletas” y posteriormente visitar el lugar, tengo un sentimiento agridulce sobre los petroglifos del Arabilejo, para mí, no me convencen.

Entre la documentación que me he leido, previa a la visita, creo necesario citar la siguiente, por si os interesa el tema:

No soy arqueólogo, ni geólogo, ni creo que mi blog lo lea mucha gente, pero me gusta ser sincero en mis reflexiones. Desde la cita de 1922, los petroglifos del Arabí, pasaron totalmente desapercibidos, hasta los años 80.


Retoman importancia después de un hallazgo singular, en el paraje de Las Tobarrillas, cercano a Arabí, se halla un petroglifo estiliforme con dos estrellas de seis puntas fresadas, muy espectacular, y cercano al emplazamiento del estiliforme, aparece otro campo de petroglifos, con elementos claramente hechos por el hombre.


Foto:


Lo más increíble de todo, es que no son las primeras Insculturas (grabados en la roca al aire libre) documentadas en la Región como se penso al principio, como citan en su artículo Hernández y Lomba, es en el libro de Siret de “España Prehistorica” de 1893, donde se cita por primera vez una formación como estas, y para rizar el rizo, la cita es en Mazarrón.


Cita de Siret de 1893, pp 219-220:-“No lejos de Mazarrón existe una piedra provista de una cavidad natural bastante considerable, que se abre en su cara superior; alrededor se excavaron acequias con el fin de conducir al depósito toda el agua de lluvia que podía recoger la piedra. Ésta se encuentra en la planicie, cerca de trabajos mineros romanos.”


Para mí, y esta es mi opinión personal, la aparición de insculturas o petroglifos, abrió la puerta a que cualquier resto de grabado en la roca, se interpretase como un petroglifo, olvidándonos de que la naturaleza también graba la roca.


Me parece curiosísimo que en el Artículo de Jerónimo Molina sobre los Podomorfos, se realiza una reflexión, donde encuentran un paralelismo entre las formaciones naturales de los Calderones y surcos de corrosión y los petroglifos que según cita “imitan esta forma sistemáticamente” pero con un significado ritual, ya que por su escaso tamaño, carece de otra funcionalidad, que no sea la invocación a la lluvia.



Y digo yo, a nadie, se le ha ocurrido pensar que para que se forme un calderón, primero tiene que ser cazoleta, y mucho antes, una simple y pequeña oquedad con un surco, porque así es como evoluciona la corrosión en la roca caliza, lo siento, me sale la vena espeleológica. Hernández y Lomba, lo dejan entre ver en su análisis, elementos que no tienen relación, ni funcionalidad, ni sentido al costoso trabajo de realización en lugares sin asentamientos, etc, pero no lo ponen en contexto, creo que cualquier geólogo especialista en Karst que vea fotos de algunos de estos petroglifos, lo tendrá muy claro, que no lo son, es erosión caliza pura y dura.


De hecho el Monte Arabí está lleno, literalmente de surcos de erosión corrosiva gigantescos, en grosor y longitud, y estos pasan desapercibidos por la arqueología, sin embargo un surco de un centímetro, ya no es natural para ellos. Creo que no han tenido en cuenta que la erosión está viva, es dinámica y no está anclada a un periodo del pasado, como la edad del Bronce.


Y me parece un argumento muy pobre, el de algunos arqueólogos en sus artículos, que califican que las cazoletas son hechas por el hombre, por el mero hecho de ser círculos perfectos, que según dicen, no pueden ser naturales. Para ellos, todo su argumento es válido, si no son líneas rectas, son imposibles, si son curvas irregulares vemos figuras septiformes, de forma que reinventamos lo natural en cada trazo.


Yo para esta gente que está mirando una torca en el suelo, les pediría que se incorporasen y se diesen la vuelta, y me dijesen si la roca que tienen a sus espaldas, con más de 60 metros cuadrados de erosión alveolar o diferencial, ¿es producto de la naturaleza? ¿O es demasiado perfecta, para ellos?.

Sinceramente, creo que en un atisbo de dar una mayor importancia a ciertos yacimientos, se han catalogado, fenómenos erosivos, como petroglifos.















Que no quiere decir que no los haya, de hecho, los hay, en el entorno de La Cueva del Mediodia, hay un Petroglifo de libro, una pileta tallada con un surco en forma de “U” labrado, que por cierto, no he encontrado referencia alguna a este, no sé si será inédito, no lo creo porque es súper evidente.

Creo que hay petroglifos impresionantes en Yecla como este de Los Atochares (Foto de la Izquierda) a menos de 2km de Arabí y probablemente en Arabí, haya otros muchos como este, pero a mi juicio, en Arabilejo y en otras zonas, se quiere ver en la erosión, lo que no es.



En los años 80, hubo un boom de descubrimientos de petroglifos en la región, hay fotos en estos documentos de elementos de erosión “de libro” calificados de petroglifos, como por ejemplo este, La Lamina 6 (Foto del margen derecho) del Articulo de “Cronología y Significado de Las Insculturas del Sureste Peninsular” de Hernández y Lomba, foto correspondiente a “Grupo de cazoletas artificiales alineadas y unidas por un pequeño canal". Camino de Tella (Jumilla).


De hecho, se han catalogado Calderones como petroglifos, no porque sean petroglifos, sino porque “pudieron ser utilizados como abrevaderos o provisiones de agua”, como podéis leer en la página web de regmurcia.com, la parte de “Los petroglifos del municipio de Jumilla” en el apartado Localización, dice: “En ningún caso se encuentran retocados por la mano del hombre aquellos que están en zonas boscosas de interior…”,”Estos petroglifos, a pesar de constituir calderones importantes y grandes para el consumo y suministro de agua, carecen de construcción alguna de canalillos…”.


Es decir, NO son Petroglifos, porque NO han sido retocados por la mano del hombre, por tanto, carecen del componente “Glifo” (Grabado, tallado, esculpido, pintado por el hombre) y simplemente son formaciones naturales, por la erosión, la mayoría en areniscas y rocas calizas.


Me parece una desvirtualización de la arqueología, catalogar hoyos naturales en la piedra, como elementos patrimoniales, por si acaso, pudieran haber sido usados por alguien, hace 10.000 años. Para mí, un despropósito, en definitiva un disparate.


En cualquier caso, no soy yo el que deba hacer una tesis de todo esto, simplemente comparto con vosotros/as mis inquietudes, por si os ocurre lo mismo al visitar uno de estos “campos de petroglifos”.


Aqui teneis una nueva galeria de fotos del Arabí, clickar sobre las fotos para verlas completas.


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